Empezando por el principio: ¿Por qué es importante controlar la miopía?

La Miopía es un efecto de refracción del ojo cuyas consecuencias, en sus casos más severos, pueden ser una la de una permanente baja visión e incluso la ceguera. La OMS la reconoce como una pandemia del siglo XXI.

En la actualidad el número de niños y adolescentes con este padecimiento es mucho más alto que en el pasado, debido probablemente al modo de vida actual, la falta de actividades al aire libre y al alta exposición a pantallas. También es probable que se tenga constancia de muchos más casos que antes se desconocían o no se tomaban en cuenta.

Sea por lo que fuera lo ideal es poder controlar la miopía y de ser posible desde la niñez para nunca llegar a niveles de riesgo. Cabe mencionar que la miopía crece irreversiblemente durante la niñez y la adolescencia, entre los 7 y 17 años aproximadamente.

¿Que es la ortoqueratología (Orto-k)?

Se trata de unas lentillas que a diferencia de las normales, se usan sólo de noche. Estas lentillas tienen la función de modificar la córnea para compensar la visión y ver bien sin lentillas durante el día. Es decir, que quien usa estas lentillas se las coloca antes de irse a dormir y se las retira al levantarse.

Con este tratamiento la miopía ira disminuyendo y se mejorará el grado de visión con los días. Esto conforma un excelente método de control de la miopía.

¿Para quién se aconseja la ortoqueratología?

Primero ha de establecerse si la persona es idónea para este tratamiento, y a partir de eso puede ser utilizado en personas de cualquier edad. Los tipos de pacientes pueden ser:

Adultos: Todas aquellas personas cuyo interés es ver bien durante el día sin utilizar gafas o lentillas diurnas para realizar sus actividades preferidas.

Niños: Menores por los cuales se intente empezar controlar el crecimiento de su miopía.

La seguridad y fiabilidad de la orto-k

Si bien se supone que las lentillas no han de utilizarse de noche, esto es cierto para las lentillas diurnas. El diseño de las lentillas orto-k es exactamente al revés. Su uso ha de ser nocturno y nunca utilizarse de día.

Entre los riesgos asociados más importantes de este tipo de tratamiento puede encontrarse el de la infección ocular, aunque diversos estudios demuestran que la probabilidad de infecciones si se mantiene una correcta higiene es muybaja. Además, durante el tratamiento se siguen reemplazos pautados y se debe consultar con el profesional de la visión ante cualquier anormalidad.

A diferencia de la cirugía refractiva, la Orto-k es totalmente reversible. Existe siempre la posibilidad de volver al estado inicial del ojo y por esto es el método pás recomendado para el control de la miopía.

Miopia en niños y como detener su avance

Gracias a las increíbles mejoras en la tecnología de estas lentillas se puede ralentizar con un alto grado, la progresión de la iopía infantil.

En la vida de los niños, las actividades movidas y a tope están a la orden del día. Tanto sea jugar con amigos, montar en bici o jugar al fútbol, una mala visión puede provocare dificultad para participar de dichas actividades y todas las consecuencias que de ello se desprenden. Además a medida que van creciendo la graduación es normal que vaya en aumento.

Con el uso de lentillas Orto-k se puede lograr una correción de la miopía y un reducción en la progresión de dicho trastorno, que a su vez será una ventaja de cara al futuro para no sufrir muchas dioptrías de mayor.

De estudios con niños menores entre 8 y 15 años que jamás han usado lentillas el 90% prefieren el uso de este tratamiento y es natural, dado que sólo han de llevarlas de noche y pueden hacer vida con visión normal de día.

Además los niños se adaptan rápido a su facilidad de uso y su higiene. Existen también modelos desechables que ni siquiera necesitan guardarse.

Conclusiones

La Orto-K es el método de tipo no farmacológico más eficaz para el control de miopía y la reducción de su progresión.

En adultos posibilita el desempeño de las treas diarias sin necesidad de la utilización de gafas o lentillas diurnas.

En los niños permite la realización de todas sus actividades sin usar gafas (con los dolores de cabeza que eso conlleva) y además los previene de sufrir grandes dioptrías de mayores.

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